Freya Stark

Freya Stark fue la primera europea en adentrarse en un lugar inhóspito llamado El Valle de los Asesinos en Oriente Medio. Nació en París en 1893. Probablemente su pasión por viajar la heredó de sus padres que solían hacerlo y la llevaban siempre consigo. Su padre era embajador por lo que gozó de una vida lujosa hasta que sus padres se divorciaron y comenzó a vivir en la pobreza con su madre. En 1927, Freya, con un gran dominio del árabe, embarcó con destino a Beirut con la intención de ir a Siria para perfeccionar el idioma. Poco después se fue a Damasco con la idea de estudiar a los drusos, una minoría religiosa heterodoxa islámica. En esa época, la zona estaba en sublevación contra la ocupación colonial francesa. Haciendo caso omiso de las advertencias, Freya emprendió viaje hacia allí montada en un burro, pero fue arrestada por los franceses antes de llegar a su objetivo. Regresó a Italia, con la idea, ahora, de investigar a la secta de asesinos de Hasan al-Sabbad. De camino a Bagdag, sin darse cuenta se hospedó en un barrio de prostitutas, para escándalo de la sociedad inglesa. Después se marchó sola Persia en busca de la montaña de los asesinos; en 1931 descubrió el castillo de Lamiaser, en el valle de Shahrud, y era uno de los dos palacios de la secta que habían resistido a la invasión mongola. Durante la Primera Guerra Mundial, se alistó como enfermera, pero en la Segunda, el gobierno británico la envió primero a Adén y más tarde a Irak, donde recogió información y colaboró para recrutar árabes para la causa aliada. En el Cairo fundó una sociedad antinazi llamada Brotherhood of freedom. Tras terminar la guerra volvió a su casa en el norte de Italia y se dedicó a escribir, aunque ya por esas fechas había publicado algunos libros. Escribió treinta obras en total, que básicamente, narran sus viajes.
Con 54 años se casó con un diplomático y se fue al Caribe, pero sólo duró cuatro años, porque Freya decidió irse a Turquía. Y después viajó a Yemen, China, Afganistán, Camboya, Nepal y casi toda Europa. Murió en Italia a la edad de 100 años y ostentó el rango de Dama del Imperio Británico.

Una vez dijo: “Despertar completamente solo en una ciudad extraña es una de las sensaciones más agradables que existen.”

No hay comentarios: